Hoy debo cumplir con tu legado de peticiones extrañas.
Y en cada postal que retiro, cada foto en la pared,
desarmo tus recuerdos.
Fue duro tu camino al infinito.
Recorriste hospitales, salas blancas y frías
Y la sonrisa rebelde te mantenía intacto.-
Tu PC portátil era la compañía diaria y perfecta,
Cuando al fin dormías la apretabas fuerte entre tus manos.
Y tus ojos agotados de setenta años plenos
Brillaban dulces, jóvenes, distintos.-
Voy doblando las mantas y siento tu voz despacio
De cómo vivir cada día extrayendo hasta el último aliento,
De la importancia del amor, dar y recibirse.
Aprieto entre los dedos ese papel, el de las claves,
Y siento vergüenza al cumplir tus pedidos
Invadiendo tus secretos tan guardados.
Y allí están: suaves, tiernos, ingenuos,
Tus direcciones, las fotos, los emails
que ocupaban las pocas horas de sosiego.
Y descubro al niño, que aún vivía en tu corazón.
Y pidiendo permiso sin palabras, leo tu historia fabricada.
Fue el amor joven, la muchacha de otra tierra, la de las fotos,
Aquella que todos los días te inundaba de mensajes,
Poesías tiernas, dibujos, emoticones,
La que deseaba conocerte, la que te imaginaba joven,
la que te amaba.-
La que, sin saberlo, fue tu apoyo espiritual en la agonía.
Tengo lágrimas amontonadas en los ojos
Y quisiera abrazarte de nuevo,
Y que vuelvas a hablarme, que me digas
Como hago yo con tus pedidos, como……
Como decirle que te fuiste para siempre,
Que soy tu hija, orgullosa hija,
Que eras el abuelo hermoso y querido de mis hijos.-
¿Cómo escribirle? ¿Cómo hago, papá?
Mònica Figueroa
derechos reservados
año2006
1 comentario:
precioso. encantador.
me recuerda la realidad, la mentira en el chat, las fantasìas...el engaño.
En este caso matizado con mucha humanidad y dolor
te felicito mensajera
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