domingo, julio 29

TU EGRESO


Hija mìa. Hasta ayer mi niña.
La de trenzas largas, abrazos càlidos y fuertes.
Con tu mano apretada en ese bolsillo
del impecable guardapolvo blanco.
La de aquellas noches en vigìa,
pidiendo el abrazo que te protegiera
de tantos fantasmas en tus sueños largos.
Mi niña chiquita. Que fuiste creciendo.
Como ese flequillo que a los cinco años
cortò desparejo tu pìcara mano.
Tus primeras letras, chiquitas, parejas
y nùmeros redondos en todas las cuentas.
Un dìa pediste ir sola a la escuela,
Con tus amiguitas, sus risas, los sueños.
Y llegaron los dìas de tantas sorpresas
que fueron dejando atràs a tu infancia.

El cantante de moda, la ropa extraña.
Aquellos aretes, las uñas pintadas.
Los años de escuela ya fueron colegio.
Las materias nuevas, los profes, los planes.

Hija mìa. Mujercita dulce
Por esa escalera rodeada de flores
estrenas nerviosa tu ingreso a la vida.
Mis ojos cerrados, la mùsica suave,
El aplauso feliz que asì te recibe.

Y renueva la vida cada milagro,
y tus alas prontas llevaran tus sueños
a nuevos destinos, los que vos elijas.

Yo abro mis manos, cobijo mis miedos.
Abrazo tu vida, protejo los dìas
..........y sueño a tu lado.
DE: Mònica Figueroa
/a mis cinco hijas/
año2001

1 comentario:

Vicente Herrera Márquez dijo...

Mis deseos de felicidad para una madre orgullosa.