martes, agosto 21

TU CUMPLEAÑOS




Eras pequeñita. Tìmida y traviesa.

Escondias tu cara ante los extraños
y apretabas fuerte a mamà en sus manos.
Te gustaban los cuentos
de grandes figuras y muchos colores
Y con los sucios deditos
dibujabas paisajes en la gris vereda.
Corrias ansiosa por tus hermanitas.
Papà y las ramas de àlamos nuevos
que serìan grandes cuando vos lo fueras.

Un dìa preciso, una tarde de invierno.
Miraste a tu madre
con la picardìa de todos los dìas.
Y allì estaban, pequeñas lunitas
de color plateado, nuevas, distintas.

Y cambiò la vida.
Y papà lloraba sintiendo el miedo.
Y mamà soñaba con aquel milagro
de tenerte siempre, a pesar de ello.

Te recuerdo Nati, como si estuvieras
en aquella hamaca del fondo del patio
con tu mundo oscuro, con los sueños truncos,
llamando por nombres a cada sonido
de todos los pasos, sabiendo quien era.
Armabas collares de floridas cuentas,
resbalaban tus dedos como una caricia,
reconociendo los rostros que
ahogando el llanto sonreìan tu vida.

Y asì partiste. Pequeña. Extenuada.
Dejando el vacio de cada pregunta.
En el cielo un angel que nos protegìa,
en la tierra el llanto de tantas mañanas.

Hoy en el cielo estàn trabajando.
Te hace un vestido de la blanca nube
un angel pequeño con hilos del sol.
Las estrellas brillosas revisan sus trajes
formando arabescos a tu alrededor.
De cada planeta llegan invitados
y los libros de cuentos que guarda mamà
abren apurados sus paginas viejas
y en un barrilete se suben al sol.

Hoy es tu cumpleaños, pequeña princesa.
Y los querubines te cantan el vals.
Con tu nuevo vestido, tu sonrisa dulce
y aquella mirada que allì reviviò.
Mònica Figueroa
//Natalia perdiò su batalla ante el càncer
y nos dejò su legado de inocencia y amor//
derechos reservados
año1995


3 comentarios:

Anónimo dijo...

Buenas tardes Monica, leo esta nueva entrega tuya y como en poemas anteriores quedo impresionado por la facilidad de tu pluma en describir momentos indescriptibles.
Bello poema cargado de sentimiento, hermosa lección de amor par aun recuerdo imborrable.

Precioso.

jose.

Anónimo dijo...

Dicen que llora a raudales por los caminos del alma, que la han visto arrinconada bajo la sombra de un álamo en el bosque de las ánimas, que su cuerpo antes erguido ahora es un junco que dobla el viento en la rivera del río cuando la tempestad azota sus quietas aguas. Ya su cabello no brilla, sus ojos verdes se apagan, sus manos que eran marfil ahora son madera basta, su cuerpo de fino alabastro tallado, ligero grácil, etéreo, ahora es como la rama de un árbol al que el estío lo secara. Esa sonrisa brillante que en la mitad de la noche cuando la luces se apagan y solo brillan luceros en la llanura estepada, se apagó con la mañana. En la fragua de su pecho donde ardía la esperanza que alimentaba en silencio con la secreta esperanza de que otro día nuevo esas ascuas avivaran, murió al nacer el día y ver que fue baldía su esperanza.

Dicen que la niña muere, que su existencia se apaga, que ya no canta la alondra y los ruiseñores callan, que las flores se han secado, que el verde valle se apaga y el verde se ha vuelto oscuro y el viento, ese que a sus cabellos sueltos muchas veces agitara, se ha que dado dormido en las colinas del alma.

Dicen que llora a raudales los que la han visto sentada en la oscura seca rama, dicen que llora la niña porque murió su esperanza.

Mayo 2007.

Jose.

Monica si quieres puedes publicarlo.

Gracias de corazón.

jose.

PD. Has recibido dos cartas mías?.

Luis Lema Osores [L3mOs] dijo...

Querida Monica:
Esta es una de tus poesías que más me impresionó. Por el tema y por el sentimiento con que describes.
Felicitaciones.
Besos
L3mØs