la nieve cubrìa quietamente
a los àrboles cansados de la esquina.
Era tu palabra el primer contacto
que en intensas distancias no pensadas
escribìan palabras afectuosas
de cariño, amor y companìa.
Al abrir los ojos, somnolienta,
sabìa que en esa pantalla nuevamente
estarìa tu presencia divertida.
La escarcha se deshace
en hilos tenues mojados de rocìo.
El sol se despereza, las noches que se acortan
y las calles que recobran diariamente
el movedizo trajinar de cada dìa.
La primavera colgada en las ventanas
encuentra una señal apagada
sin respuestas ni frases decididas.
Tu silencio agranda las distancias.
No hay rostros. Direcciones. Realidades.
No hay motivos. No hay respuestas.
Te has ido quietamente.....y te extraño.
Sigo buscando los vestigios de tu vida.
En cada pàgina web, en cada aviso,
te dejo mensajes y te espero.
Con el mismo cariño de aquel dìa
cuando supe que era la despedida.
Mònica Figueroa
Derechos registrados
año2004
a los àrboles cansados de la esquina.
Era tu palabra el primer contacto
que en intensas distancias no pensadas
escribìan palabras afectuosas
de cariño, amor y companìa.
Al abrir los ojos, somnolienta,
sabìa que en esa pantalla nuevamente
estarìa tu presencia divertida.
La escarcha se deshace
en hilos tenues mojados de rocìo.
El sol se despereza, las noches que se acortan
y las calles que recobran diariamente
el movedizo trajinar de cada dìa.
La primavera colgada en las ventanas
encuentra una señal apagada
sin respuestas ni frases decididas.
Tu silencio agranda las distancias.
No hay rostros. Direcciones. Realidades.
No hay motivos. No hay respuestas.
Te has ido quietamente.....y te extraño.
Sigo buscando los vestigios de tu vida.
En cada pàgina web, en cada aviso,
te dejo mensajes y te espero.
Con el mismo cariño de aquel dìa
cuando supe que era la despedida.
Mònica Figueroa
Derechos registrados
año2004
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