Está el amigo que nos acompaña
cuando la trizteza se apodera de nuestras tardes
y necesitamos un hombro para apoyarnos.
El que comparte la alegrìa de cada dìa
en nuestras mañanas y reìmos juntos.
Los de la infancia, los de la escuela, rostros desdibujados
que nos siguen dejando una sonrisa en los recuerdos.
El de aquellas salidas de los viernes,
el de las inolvidables vacaciones en grupo.
Aquel amigo silencioso, que nos abraza y nos conmueve.
Ese otro que hace de las sorpresas lo cotidiano.
El que nos deja mensajes en el telefono.
Seres maravillosos que vamos ganando por la vida.
El que sabe de nuestras miserias y nos sigue queriendo.
El que acepta nuestras debilidades y nos hace fuertes.
El que acompaña. que escucha. Que permanece.
El amigo que quisiera ser para ellos.
Un dìa al año no es suficiente.
Todos los dìas. gracias por estar.
Todos los dìas, gracias por hacerme mejor persona,
por enseñarme a compartir.
Todos los dìas Gracias por el email esperado,
por el mensaje apropiado,
por la ilusiòn de una nueva puerta al diàlogo,
por los datos adjuntos, que provocan sonrisas, risas y reflexiones.
Todos los dìas, para decirles: ¡TE QUIERO!
fotografia: KAGAYA
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