Te he observado espiar tras las cortinas,
con la mirada perdida en algún horizonte,
devorando a otras gentes tan indiferentes
que machacan veredas sólo por costumbre.
He notado la inquietud de tus pupilas,
con manos crispadas por tanta impotencia,
y un suspiro profundo empaño los cristales,
sin poder destruirlos como hubieras deseado.
Te he visto observar desde tu fortaleza,
con frente sudorosa y aspecto cansino,
bebiendo la brisa que obsequia la noche,
sin penas ni glorias, solo por destino.
He descifrado de pronto tus dudas y temores,
náufrago del llanto que abraza la impaciencia,
soñando una isla sin tesoros ni puertos,
y miles de gaviotas de incesante vuelo.
Te he visto observar hacia mi ventana,
papel y lápiz en mano, escribiéndome algo,
y dudé entonces si en verdad existías
o un gigantesco espejo pendía del cielo.-
2 comentarios:
Mi agradecimiento por publicar este poema de mi autoría que tantas satisfacciones me ha brindado. Espero resulte del agrado de tus lectores, y te envío un fuerte abrazo fraternal, para que compartas con todos ellos.
Gustavo M. Galliano
Rosario, Santa Fe, ARGENTINA
Gustavo, es un honor tenerte aquì, en mi pequeño y nuevo proyecto que pretende ser un refugio de la palabra escrita.
Tu poema està aquì por que es maravilloso,,,,,,,,,,,,,,
"y dudé entonces si en verdad existías
o un gigantesco espejo pendía del cielo.-" Es la mejor idea expresada que leì en mucho tiempo.
Espero contar con otros poemas tuyos
Un abrazo desde la Patagonia
Mònica
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