Dios, Amigo mío;
no se donde te encuentro,
Recorro los caminos ya conocidos,
busco por aquellos que aun no he recorrido.
Y se que en algun lugar estas, alli, escuchando.
Protegiendo.
Mirando por cada una de las cosas que quiero.
Solo imaginandote al lado mio es como puedo sobrevivir.
En cada atardecer sombrío,
cuando las luces de las calles comienzan a encenderse una tras otra,
nunca son suficientes para iluminar las sombras,
Y me aferro a la claridad diafana que envuelve tu presencia.
Los sueños por cumplirse.
Las ilusiones que no se atreven a transformarse en ideas o palabras.
Por que la realidad es solo una. Y no se puede competir con ella.-
Se que estas alli. En una lagrima a destiempo.
En esa sonrisa que se dibuja timidamente.
Y los días se suceden. y el espiritu corta los lazos.
Se aleja de lo cotidiano buscando la verdad infinita,
aquella que puede transformarse en las murallas protectoras
ante la existencia gris de cada día.
En algun lugar.
En algun tiempo se que estás.
Y la busqueda es continúa. Ardua. por que yo aun te espero.
Para vencer a la trizteza que amenaza mi vida,
transformandola en angustia y soledad.
Esa soledad que duele, la no buscada ni esperada.
Aquella que, sin esperar autorizacion
se instala en cada rincon de mi existencia.
No la quiero, No es mi amiga. Trae dolor y llanto junto a ella.
Es odiosamente diferente a la soledad buscada,
al momento de silencio en un dialogo profundo con mi interior.-
Amigo. Yo te necesito, Te sigo buscando.
En silencio, en las palabras.
Todos los caminos llegan a vos. Lo presiento.
Quizas en mi ceguera estoy transitando el más arduo.
El más extenso. no lo sé.
Pero te seguire buscando hasta el ultimo respiro.
Alguna vez, en los días del pasado,
cuando la sonrisa era menos cansada,
cuando las ilusiones eran reales, por que estas sombras no existían,
yo te senti amorosamente a mi lado.
Te tenía.
Y en vos conseguía ser dueña absoluta de mis inseguridades.
Te espero. Te busco. En mi interior.
Cada día y cada noche. Por mil caminos distintos.
Se que alguna vez llegaré a vos.
Se que me estás esperando con los brazos abiertos.
Estaré nuevamente en vos.
Y ya no habrá temores.
Ni inseguridades.