Nació en Buenos Aires (Argentina) el 24 de agosto de 1899, siendo llamado Jorge Francisco Isidoro Luis Borges Acevedo. Era hijo de Jorge Guillermo Borges, abogado y profesor de psicología, y de la traductora de inglés Leonor Acevedo Suárez.
Aprendió simultáneamente a hablar castellano e inglés, lo que le permitió traducir a Oscar Wilde, a la precoz edad de diez años.
Se inició en sus primeras letras en Argentina y continuó sus estudios en Suiza. Vivió temporalmente en España, donde se relacionó con escritores ultraístas (movimiento literario que propugnaba la ruptura con el pasado, y la expresión con abundancia de metáforas). Regresó a Argentina en 1921, participando en la fundación de varias publicaciones literarias y filosóficas, como”Prisma” (1921-1922); “Proa” (1922-1926) y “Martín Fierro.”
A pesar de haberse educado en Europa, trató temas propios de su país natal, en poemarios como “Fervor de Buenos Aires” (1923); “Luna de enfrente” (1925) y “Cuaderno de San Martín” (1929). Además compuso letras de tangos y milongas.
Su obra, que incluye poesía, ensayo y narrativa, es de alto contenido metafísico, fantástico y subjetivo. Su poesía, caracterizada por una sobrevaloración de la metáfora se expresa en “Discusión” (1932); “Poemas (1943); “Ficciones” (1944) y “El Aleph” (1949).
En cuanto a sus ideas políticas, se opuso al peronismo, al que calificó de dictatorial, lo que determinó que debiera abandonar su cargo en la Biblioteca Nacional de Buenos Aires, en el que se desempeñó entre 1938 y 1947.
En 1950, es elegido presidente de la SADE, y un año después edita en México, en coautoría con Delia Ingenieros, “Antiguas Literaturas Germánicas”.
Sus obras; “El hacedor” (1960), “El informe de Brodie” (1970), “El oro de los tigres” (1972), “El libro de arena” (1975) y “Libro de sueños” (1976).
Distinciones: Premio Nacional de Literatura en 1957, el Internacional de Editores en 1961, el Formentor, que compartió con Samuel Beckett en 1969, el Cervantes, que le fuera otorgado junto a Gerardo Diego en 1979 y el Balzán en 1980. El gobierno español lo condecoró , en 1983, con la Gran Cruz de la Orden de Alfonso X, el Sabio.
Condenó severamente los horrores cometidos durante la dictadura militar, apoyando a las Abuelas y Madres de Plaza de Mayo, al firmar, en 1980, una solicitada en el diario “Clarín”, por los desaparecidos. Se opuso a la Guerra de Malvinas, a la que consideró un intento de los militares para perpetuarse en el poder.
Murió en Ginebra (Suiza), el 14 de junio de 1986, a causa de cáncer hepático. Estaba acompañado de su segunda esposa, María Kodama, con quien contrajo enlace casi en su lecho de muerte. Fue un símbolo de gratitud por haberlo cuidado en sus últimos años, en los que no podía valerse por sí mismo a causa de sus problemas generales de salud sumados a una ceguera progresiva que lo afectó desde su juventud.