viernes, diciembre 28

Para ustedes, Feliz Año 2008. Este es mi obsequio


Por ser, gracias por estar.
Y que el pròximo año traiga a sus vidas
todos los momentos pequeños, chiquitos, compartidos
que van formando nuestra felicidad.
Gracias por visitarme. Y por dejarme sus opiniones.
Un abrazo para todos
Mònica


A veces rezo para que la angustia que tengo en el medio del pecho se corra hasta mis manos y se escape por la punta de mis dedos.

Es cuando tengo miedo.

Es cuando me imagino cómo era el mundo hace treinta años y veo chicos jugando a la rayue­la en la vereda, autos menos veloces, sobremesas más largas en los restaurantes, gente que camina con agradable ritmo y conversa entre sí.

En la televisión y en los diarios no son todas malas noticias, los muchachos bailan con las chi­cas y las tías habilidosas bordan punto smoke para los vestiditos de las nenas.

Lo imagino tan vívidamente, que hasta siento el olor de los cercos con madreselvas, por ahí, por los barrios.

¿Qué pedía en ese tiempo, cuando rezaba?

Pedía que todos los que amaba vivieran muchos años sanos y felices.

Que no faltara el trabajo.

Que no fabricaran jamás robots en serie para suplantar a las personas en sus tareas.

Que todos los feriados cayeran en viernes.

Pedía una casa con un jardín, o un departamento con patio en planta baja, con una parrilla para los asados. Y una mesa enorme para poder invitar a los amigos: a Kevin y a Blasi, a José y Juan Manuel, que nunca se rindieron, que pelearon por los sueños y las alas como otros luchan por quedarse con las cajas fuertes. Recitábamos a Whitman y a Vallejo, a Neruda y a Becquer, algo de Baldomero, de Carriego, de la Juana de Ibarbourou, unas estrofas de Manrique, de Sor Juana, de Guillén, de Manuel del Cabral... Uno empezaba y los otros seguíamos, y llegaban Ana y Roberto, Susana, Ana María...

No se sacaban tantas fotos. No había una cáma­ra en cada casa. Y lo que sucedió quedó pintado aquí, en la memoria del corazón, y uno puede cambiar de ropa y de lugar a los protagonistas.

A veces rezo para darle gracias a Dios por las cosas pequeñas.

Porque no paso frío de noche en el invierno.

Porque algunos viven.

Porque estoy terminando el siglo.

Porque casi todos los árboles que planté están de pie.

Porque la radioactividad no acabó con los jaz­mines ni con las violetas ni con los colibríes ni con los choclos de dorados granos ni con las tem­blorosas mariposas.

Y también le agradezco las cosas importantes y sagradas: la familia que entrechoca sus copas en Nochebuena, y amo más que a nada en el mundo. Y siento que me ama.

Y le agradezco que me haya dado la palabra que emociona, la palabra que disuelve en el aire la pena agonizante, la palabra que vuela, la palabra que cura, la palabra que inventa otras palabras para embellecer el universo...

El me dio las palabras y yo las he cuidado, las he ordenado, las he trasvasado de mi alma a mi corazón y de mi corazón a mi mente y de mi mente al papel, sin traicionarlas.

Le pido, cuando rezo, que no deje de dictarme lo que quiere que yo escriba.

Que me vuelva amnésica para la desesperación y los recuerdos penosos.

Que me saque el cansancio.

Que encuentre la receta de los scons de mi abuela, y un compañero amante para seguir andando.

Y que no se corte la electricidad a las tres de la madrugada mientras miro televisión.

Y que repitan "Amarcord", "Casablanca", "Muerte en Venecia", "Días de radio"...

Y tú, ¿qué pides cuando rezas?

De: Poldy Bird

Argentina

GRACIAS MARITA


miércoles, diciembre 26

Botero Angela- UN DIA

Un dìa
Uno resuelve darlo todo
sin importar si es mucho.
Total.
Uno tiene bastante
y hasta le sobra.
En cada cosa
Va el alma entera,
inagotable, perfecta.

De todas maneras,
cualquier tarde
la magia termina.
Se acaba.
Hay dentro un vacìo.
Nada! Hemos abusado
y sin presentirlo siquiera
Estamos ahì. A un lado.
Pero por ser como somos
extendemos las manos
seguros de que todo
Nacerà un dìa,
Con el Sol.
Muy temprano
Angela Botero Lòpez
El 21 de marzo de 1959

nace en Medellìn- Colombia
Autora de 15 libros

Reside en Barcelona- España




Julio Cortazar. FUTURO



Y se muy bien que no estarás.

No estarás en la calle
en el murmullo que brota de la noche
de los postes de alumbrado,
ni en el gesto de elegir el menú,
ni en la sonrisa que alivia los completos en los subtes

ni en los libros prestados,

ni en el hasta mañana.
No estarás en mis sueños,
en el destino original de mis palabras,
ni en una cifra telefónica estarás,

o en el color de un par de guantes
o una blusa
.
Me enojaré amor mío sin que sea por ti,
y compraré bombones pero no para ti,
me pararé en la esquina a la que no vendrás
y diré las cosas que sé decir
y comeré las cosas que sé comer

y soñaré los sueños que se sueñan.
Y se muy bien que no estarás ni aquí
dentro de la cárcel donde te retengo,

ni allí afuera en ese río de calles y de puentes.
No estarás para nada,

no serás mi recuerdo
y cuando piense en ti

pensaré un pensamiento
que oscuramente trata de acordarse de ti.
JULIO CORTAZAR
Escritor argentino. Falleciò en Paris
en 1984


domingo, diciembre 23

martes, diciembre 18

TE AME



Te amè. Quizàs fue la revancha

que la vida brindaba sin atajo.
Renacì temerosa, insegura,
y en el abrazo encontrè sosiego.
Realidades absurdas, conocidas.
No hubo fantasìas liberadas
que acumulen sueños y mentiras.

Te amè. En el oscuro instante
de medir los momentos transcurridos.
Pequeños, fugaces, apurados.
Dejando en las manos descubiertas
el amargo sabor. La despedida.
En la mirada, el adiòs anticipado.
En los labios, la ternura de tu beso.

Te amè. A pesar de todo.
Los desvelos, la espera y ese frìo
que atenaza despacio en el alma.
Las preguntas huyen en silencio.
El espìritu esconde las palabras.

Podrìan descubrir esta trizteza

señalando la ausencia rutinaria.

Te amè. Ayer y para siempre.
Con la intensa frustraciòn que ataca
al anhelo punzante y diferente
de romper la soledad buscada.

Fui dèbil. Fui humana al amarte.
Ocultè los deseos màs secretos.
Y vivì lo que ayer no aceptaba.

DE: Mònica Figueroa
Derechos Reservados




lunes, diciembre 17

BUESA M,ANGEL--Amor tardío


Tardíamente, en el jardín sombrío,

tardíamente entró una mariposa,

transfigurando en alba milagrosa

el deprimente anochecer de estío.
 Y, sedienta de miel y de rocío,

tardíamente en el rosal se posa,

pues ya se deshojó la última rosa

con la primera ráfaga de frío.

Y yo, que voy andando hacia el poniente,

siento llegar maravillosamente,

como esa mariposa, una ilusión;

pero en mi otoño de melancolía,

mariposa de amor, al fin del día,

Que tarde llegas a mi corazón.
Miguel Angel Buesa

Buesa Miguel A.--LLUVIA FINAL



Mañana será nunca para todos los días.
Y lloverá en un sueño, sin lluvia y sin soñar.
Y yo iré alguna noche por las calles vacías,
mientras tú vas con otro por la orilla del mar.

Ya casi estás ausente. Qué importa este momento,
aunque llueve en la tarde, para tí y para mí;
porque las hojas secas que se van en el viento
nos dicen que hay amores que se fueron así...

Mañana estaré solo. Dios no querrá que llueva,
porque estaré más solo si llueve y tú no estás.
Después, serás el nudo de una corbata nueva,
o una esquina de menos o una cana de más.

Así será. Qué importa si lo callo o lo digo.
Pero cuando no llueva, lloverá en mi canción.
Y, al pensar que mañana ya no estarás conmigo,
van cayendo hojas secas sobre mi corazón...
nadie sabe tampoco lo que dura el amor.

Buesa Miguel Angel

José Angel Buesa naciò el 2 de septiembre de 1910.
En Cruces, ciudad de la antigua provincia de Las villas, ahora Cienfuegos, Cuba.

Se ve obligado a abandonar cuba para empezar una peregrinacion
por varios paises, España, Islas Canarias ,El Salvador y Santo Domingo Repùblica Dominicana, donde muere en 1982




Anjana (de Cantabria- España)


Las Anjanas son seres menudos, hermosos, delicados y bondadosos que hacen frente al descomunal, horrible, feroz y malvado Ojancano. Si sólo existiera el Ojancano, azote de Cantabria, el símbolo y compendio de todos los males que le afligen... la vida del montañés sería insufrible... Pero... afortunadamente existen las Anjanas...

La Anjana es una hermosísima ninfa de medio metro de estatura, ojos rasgados, pupilas negras o azules y brillantes como luceros, y mirada serena y amorosa. Tiene unas largas trenzas de color azabache u oro adornadas con lacitos y cintas de seda multicolores... y se ciñe a la cabeza una hermosa corona de flores silvestres.

Su piel es blanquísima y siempre lleva una cruz encarnada... su voz es de ruiseñor y tiene unas alas prácticamente imperceptibles, casi transparentes, que la hacen parecer una mariposa...

Normalmente viste una blanca túnica larga de lana fina con pintas relucientes como estrellas y una larga capa azul con pespuntes rojos y dorados... En invierno... la capa es negra... Lleve una vara verde de mimbre o de espino con una estrella en la punta que brilla cada día de la semana con una luz distinta y una botellita con un brebaje milagroso para reanimar a los enfermos.

Vive en grutas recónditas que son verdaderos palacios de suelo de oro y paredes de plata escondidas en fuentes y manantiales. Vive cuatro siglos y puede transformarse en lo que desee y hacerse invisible.

La principal ocupación de La Anjana es premiar a la gente que hace el bien, que es generosa... Bendice las aguas, los árboles y el ganado... ayuda a los pobres, a los que sufren, a los que se extravían en el bosque...

Pero... La Anjana también castiga a aquellos que la desobedecen...

Parece que su poder sobrenatural viene de una potencia superior... pues también ellas pueden ser castigadas cuando se enamoran de un mortal... para ellas enamorarse de un mortal es renegar su esencia...

Pero... todo esto es excepcional... y La Anjana es la bondad que arropa toda Cantabria.